martes, 20 de julio de 2010

Rarezas

Hace un cierto tiempo que ando bajo una interminable incertidumbre. Nuevamente en la búsqueda de “algo”. Decidí dejar de pensar y empecé a ejecutar mis ideas. De la mente al hecho, tramo en que desconocía la complejidad que estaba involucrada en cada plan. Me dediqué entonces de a poco a contribuir de alguna manera a quienes necesitan algo, una mano. Entendí lo difícil que es apartar recursos que son difíciles de ganar, para que en un segundo se los pases a otro. Sin el fin de hacerme propaganda de súper héroe, al revés, reconociendo con vergüenza lo complicado que es para mí el entregar algo significativo, descubrí el saborcillo del resultado de una buena acción. Entendí también, que el recurso más preciado es el tiempo, cuando lo das a otro que aprovecha la oportunidad y el momento, entonces viene la sensación que no has tirado por la borda muchos minutos de tu vida, que podrías haberlos ocupado en otra cosa que ni siquiera una misma se agradece. Dedicación, palabra que suena bonito, pero ejercerla es lo duro. El otro día me puse a leer información de world vision, organización dedicada a los niños en riesgo social bajo un sistema de ayuda mediante patrocinio. Me quiebran las imágenes, hechas para causar justamente ese efecto. Si bien, debo admitir que el humano sufriente me causa sufrimiento, peor me afecta cuando se trata de un niño. Me puse a revisar las bases de la organización, su funcionamiento y su idea central. Hay un hecho que me llamó profundamente la atención, esta organización no sólo protege a niños huérfanos, sino aquellos que viven con sus padres. En 2 segundos, cuando supe eso pensé “no po, por qué??? Si viven con los papás, que sus papás los cuiden” (pensamiento muy mal pensado) Resulta, que en los siguientes 2 segundos recordé que estaba en Chile, en los padres que no cuentan con recursos suficientes y en las estrategias que utilizan para conseguirlos. Hacen trabajar a los hijos, si es que los padres trabajan, se hace rutina la droga y la violencia para vivir. Pensé en lo difícil que es pasar el día adía, que abren sus ojitos y se dan cuenta que la mañana es la misma que la anterior y la anterior, fría, desoladora y miserable.

Esta organización, sin la intención de “propagandear” nuevamente, apoya mediante programas a las familias de esos niños con actividades diferentes para mejorar de alguna manera la calidad de vida. Uno mismo puede entregar obsequios al patrocinado, ir a verlo siempre que los padres estén de acuerdo. Te transformas en una especie de padrino mágico, que lleva regalos y los haces pasar un mejor día, entretenido y diferente. Qué queda para el patrocinador, en este caso pensé en lo que me sucedería a mí. Lamentablemente, tiendo a agrandar las expectativas al principio de todo y me voy “achunchando” con el tiempo. Es decir, me falta perseverancia para seguir con las cosas que me entusiasman sólo en un principio. Me gusta cambiar de vida, cambiar de estilos, de panoramas, etc. Qué pasaría si ya no quiero seguir patrocinando a un niño, las razones no serían necesariamente emocionales, creo tal vez serían las económicas, me sentiría muy mal abandonando esa tarea por falta de plata o tiempo , me dolería saber que duerme en una cama más helada que la mía, que le pegan mucho o que está comiendo mal. Pero ¿qué me hace rechazar esta opción ahora mismo? Mi mayor sufrimiento sería el deseo frustrado de traerlo conmigo y darle una vida mejor, pero qué derecho tendría de quitárselo a su madre que de alguna manera lo sacará adelante, a él alejarlo de su mamá o su papá, no tengo ese derecho y ese hijo no debe abandonar su familia sumida en una penosa realidad. Suponiendo que los niños patrocinados no sufren de situaciones extremas, me refiero a consumo de drogas, prostitución y violencia física, porque de lo contrario, creo que no necesitarían de un patrocinador sino de asesoría legal y finalmente en la protección de los menores en hogares lejos de sus agresores. No puedo decir que sí de inmediato, son personas que no puedes abandonarlas de un momento a otro, existe definitivamente un involucramiento con ellos. Temo que ese involucramiento me lleve hacia un destino triste, no por hacerlo feliz un rato, sino a que no podré hacerlo feliz a él todo el tiempo ni a sus hermanos, porque no tengo tanto para dar. El amor también es caro, tengo cierta confusión al respecto, hay que dedicar tiempo, ese recurso es tan escaso hoy. No sé si sólo con amor haces más grandioso a otra persona, hace que valga la pena en este mundo. No sé si soy tan valiente de adquirir un compromiso a tan largo plazo, porque aún me equivoco, tomo malas decisiones, y con ellos no puedes fallar, no puedes tomar malas decisiones. Creo que algún día lo haré eso sí, hoy me concentraré en los míos que también me necesitan y yo por mi parte, también los necesito.

1 comentario:

hipoceronte dijo...

Me alegra saber como estás tomando tus decisiones, como te lo he dicho oytras veces, comprendo y admiro tus ganas de querer siempre colaborar a que todo esté mejor, pero siempre es bueno pensar bien las cosas, y supongo que no es tan fácil aprender a manejar los impulsos. Igual yo siempre he sido de la idea de primero estar bien yo, y de ahí pa' fuera, pq sino todo se empieza a chacrear y uno empieza a sentirse vacío. La emntablemente no hay superhéroes, aunque si muchas buenas personas, así que confiar en eso tb. U a brazo, nos vemos mañana y ahí conversamos (con el Puno además, que creo hizo algo parecido alguna vez). Nos belmont.