martes, 27 de abril de 2010

A mi misma...

La búsqueda de un sentido absoluto…

El ser humano como proyecto infinito…

De qué sirve haber venido, no es precisamente a dejarles algo a los vivos, cuando ya se sabe que perecerán. ¿Dónde queda esa estela, esa huella que dejas cuando te vas?

¿Es acaso ser narcisista el hecho de pensar en que eres demasiado importante y más encima sientes la necesidad de dejar algo en tu paso por la vida?

Creo que si vales la pena, la huella que dejes perdurará entre los vivos y los muertos. Si no lo haces, te conviertes en un ser insignificante, tal vez importante, pero finito. Pero entonces, de nuevo aflora la necesidad tan inherente del ser humano de convertirte en alguien superior, esas ansias de grandeza, ese fin de sobresalir entre los pares. Eso no te convierte en un ser cuya existencia fue trascendente. Una vez me preguntaron qué cosa quisiera que apareciera en mi epitafio, hoy no dejo de pensar en eso, cumplo 28 años y siento que mi vida se ha concentrado en un sin fin de banalidades, que desaparecerán cuando desaparezca. Ni siquiera un hijo hace que tu vida sea trascendente, porque igual que tú, morirá.

Si luchas por un fin, cuando tienes el privilegio de saber cuál es el tuyo, entonces es tu obligación ser perseverante para conseguir lo que quieres. Para ello necesitas el talento y las herramientas.

¿Será que persigues la búsqueda de ser reconocido ante el mundo, que necesitas su validación? ó más bien, es la rabia e impotencia de declararte incapaz de lograr tus objetivos más importantes que tu propia vida y estás atrapado con tus rutinas y deberes. Afirmar que no tienes la perseverancia, ni el talento ni las herramientas para conseguir lo que quieres y no hablo de derechos y oportunidades, me refiero al enfoque que le das a tus actos. Será que aquellos seres que son dignos de recordar, nunca pensaron en la trascendencia de su paso, en su huella que dejaron, que con su humildad lo consiguieron. No hay duda, fueron valientes y perseverantes y con su vida nos dejaron mucho y se prolongará su existencia en el recuerdo y en la enseñanza a los nuevos seres. A quienes recordamos como personajes malignos, dejaron evidencias de las cuales se obtiene aprendizaje. Actos espeluznantes que no se repetirán porque sabemos cuáles son las consecuencias y sólo algunos conocemos las formas para prevenirlos. Pero dejaron su huella, que será eternamente recordada.

En este texto he repetido muchas veces la palabra “recordar”, eso solamente refleja la necesidad de no ser olvidada, pero más que ser recordada por otros, no quiero ser olvidada por mí misma y cuando esté en mi lecho de muerte lo último que sienta sea que he dejado en la tierra el regalo de haber vivido y que haya valido la pena.