miércoles, 23 de febrero de 2011

Verdades

Ayer vi una película que me dejó peor a lo que ya estaba. Desde hace un tiempo me han venido ocurriendo una serie de revoluciones emocionales, de hace exactamente 5 meses. Ni siquiera me he atrevido a escribir sobre eso en mi blog, siendo que ha sido uno de los sucesos más importantes de toda mi vida, pero la sorpresa e incertidumbre ha bloqueado mi capacidad para expresarme. Si me hubiesen contado esta experiencia vivida en otra persona, creo que no tendría ningún sentido extraordinario para mí, sería como algo demasiado normal, habitual, completamente lógico y sin ningún tipo de dramatismo. Decidí aceptarme así, histriónica y dejaré registro de esta experiencia en la que ni siquiera ha comenzado la mejor parte. Todo empezó cuando él me dijo cariñosamente , una noche de septiembre en el sur , su nuevo proyecto que compartiríamos el resto de la vida literalmente. Lo entendí como un disturbio de su mente, una idea vaga y al aire, que aún con la interpretación que le di, me dejó impactada y con insomnio esa noche. No hice más que olvidarme del asunto cuando a la noche siguiente, vuelve a pronunciarse con la misma patilla. No tuve más remedio que enfrentar la situación y echar a volar la imaginación y bueno hablar delicadamente del tema. Después que me convencí en la posibilidad, entré en pánico.

Tuve que dejar de mentirme a mi misma, fui honesta conmigo y con él, le dije que me parecía perfecto nuestro nuevo proyecto, le dije que me esperara un poco para dejar listos algunos asuntos del trabajo y como quien arma su carta gantt , después de un tiempo lógicamente empezaron los obstáculos. Primero, no comentarlo con nadie para evitar presiones psicológicas. después tuve que analizar si la salud acompañaba al asunto considerando mis antecedentes no favorables. Avanzando lentamente me di cuenta que aún cuando cumples al pie de la letra con la receta y no pasa nada, aumenta en un sutil % tu frustración. Pensé demasiadas cosas en muy poco tiempo. Lo primero fue terror al fracaso, tanto en el intento y como en el resultado. Lo básico es conservar la vida, segundo hacer que esa vida sea digna de conservar. Mientras más días pasan, más imagino las diferentes situaciones, más me emociono y más me espanto. Él, se mantiene en silencio y con una paciencia envidiable mientras yo me cuestiono hasta mis zapatos.

Cuando me enteré que no sería tan sencillo, se transformó en desafío más que en un calculado y programado proyecto. Los médicos por su parte que dicen unas cosas, otros te asustan y otros bajan el perfil de la preocupación, lógicamente es inevitable el cansancio. Me pasó un día que no quería saber de nada relacionado a todo esto, estaba realmente enojada. Ni siquiera hablaba del asunto, traté de olvidarlo y dejarlo al azar, pero obviamente eso no funcionó por mucho tiempo. Malos días, viene la pena negra y silenciosa, pensar que voy a truncarle un sueño a un hombre inocente que confió en mí para esta tarea, en que yo pasaré la vida sin haber vivido eso... lo que se llama extremista total. De la nada, aparecen cosas en la tele, en la calle, te cuentan las amigas puras tragedias y yo ahí tratando de seguir como si no pasara nada porque efectivamente aún no pasaba nada, ni grave, ni bueno.

En la más completa incertidumbre entendí que la acitud es un factor fundamental, no para que funcione, sino para juntar más energía para esperar, uno, dos, tres años. Qué cosas te pasan en este tiempo? de toooodo!! pero aún así todos los meses contaré semanas, imaginaré ese día de la sorpresa y aparecerán nuevos miedos. Creo que el tiempo que espere a que llegue, será necesario para estar lista, quien sabe si tengo que hacer más méritos para ganarme ese premio. Entendí que compartir el miedo es bueno, a veces hay otras personas que también pasaron por esto de manera igual de silenciosa, tratando de hacer pasar tus pensamientos lo más desapercibidos posibles, para no parecer una loca desquiciada paranoica siendo que viéndolo desde otro punto de vista , no pasa nada, es cosa de esperar y de relajarse. Pero cómo no pensar en lo rico que sería compartir con quien tienes a tu lado algo tan valioso como ese pedacito de cada uno y que esperas siempre sea mejor que tú. Algún día leerá esto y sabrá que lo tenía dentro de mi desde mucho antes de que existiera.