viernes, 3 de mayo de 2013

Y fue

Confirmado, ya no está, se perdió. Embarazo bioquímico o microaborto. Zancadilla de la vida, qué más podría pasar. El médico dijo fue un "casi", hay que sacarle algo bueno a esto, hubo un ser vivo que duró 3 días con suerte. Mi único consuelo fue la esperanza de un nuevo intento, esta vez iremos con ICSI (inyección intracitoplasmática de espermios), en español es cuando extraen muchos óvulos y son fecundados en forma artificial por una bióloga de la clínica IVI. Esto con el fin de evitar la formación de embriones triploides (un óvulo con 2 espermios en su interior). No son gemelos ni mellizos, son alteraciones genéticas con consecuencias muy terribles cuando llegan a término, aparece hermafroditismo o quimerismo, ambos casos que nadie quisiera conocer de cerca. De esos triploides tuvimos 4, el médico se sorprendió por ese alto número de embriones raros, dijo que era muy extraño que ocurriera. Lo bueno que hay que rescatar es que no soy infértil, puedo anidar un embrión, se pueden fecundar normalmente, lo más probable es que hayamos creado en forma natural embriones con problemas cromosómicos que fueron todos inviables y se perdieron antes que me diera cuenta. Si bien no me agrada esta situación, al menos ya se acabó la incertidumbre de pensar en tener enfermedades desconocidas no diagnósticadas, fue un alivio de cierta manera saber que aún es posible continuar. Sin lugar a duda es una de las cosas más fuertes que he vivido en mi vida, junto con lo de Toñito que no lo olvido tampoco. Ayer le decía al Ale que me sentía mal por estar bien, que en otro momento de la vida si hubiese llegado un "yo del futuro" y me hubiera contado lo que me iba a suceder me habría ido al carajo. Él me dijo que el causante de que me sintiera así era él mismo, porque me dio una solución y yo me alegré de inmediato, así que sentí alivio y traté de dar vuelta la página rápidamente. Si bien estoy mejor, no quiere decir que lo haya olvidado, pero siento que lo superaré con mayor rapidez porque mi mente está en la próxima. Me da pena en algunos momentos del día, pero ya no siento  ese dolor  en todo el cuerpo, o esa sensación de ahogo y angustia que sentí ese terrible día lunes 29 de abril,el cuarto fracaso.  

Al fin podré ir a la peluquería, ponerme linda, comprarme un pijama sexy, regalonear con el Ale que lo tengo extremadamente botado, comer cosas ricas, tomarme unos vinos y unos sours con buena compañía, viajar a la playa y descansar la cabeza con el fin de reconstruirme de nuevo, pero lo más importante es agradecer a quienes estuvieron conmigo en momentos tan complicados. 

Ahora a trabajar y descansar al mismo tiempo...

No hay comentarios: