jueves, 24 de junio de 2010

Casi un año ya...


Y vuelven a mi los recuerdos, ese último jueves que lo vimos y conversamos, que nos prometimos visita personalizada, que se preparó un sandwich de queso con champiñones, que nos reimos como casi nunca lo hacíamos. También recuerdo tristemente ese domingo en la mañana llovía y yo depertando con un llamado negro y cruel de mi papá contándome de la horrible noticia. Un accidente pensé, no entendía nada...

Cuando me enteré de la verdad más brutal, no sólo pensé que ya mis tíos no lo podrían superar sino que aparte de la pena inmensa se suma la rabia. Cómo ayudar a sus papás y hermanos? es imposible...

Se había destruido mi familia, independiente a que el apoyo es inmediato, sincero y compartido, se fue uno de nosotros, amado desde siempre y una parte de todos se fue con él.

Un año y las cosas siguen igual... un año sin justicia y sin paz. Un año en el que su familia y amigos lo recuerda cada día, en cada uno de sus momentos y que duele igual, sin resignación ni olvido.

Sólo se entiende con lógica y con hechos que se haya ido de esa forma y seguimos adelante, pero no con el corazón, ese no quiere creerlo, prefiere engañarse pensando que se fue vivir el mejor viaje de su vida por mucho tiempo que estará bien y será feliz.

Así queremos pensar, para que no sea tan duro el tiempo de quienes estamos aquí extrañándolo.


Hasta siempre Toño!