miércoles, 26 de mayo de 2010

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Hoy me puse a recordar la noche del 27 de febrero. Todo porque hoy aparecerá un documental en Discovery del terremoto en Chile. Independiente del miedo en cada uno de los que se estremecieron y el horror que sintieron aquellos que corrieron por su vida, leyendo una vez más aquellos artículos que explican experiencias similares en otros países y aquí mismo en este país pero hace algunos años atrás, me puse a pensar en lo afortunados que somos, no nos ha ocurrido nada, ni a mí ni a los míos. Toda la angustia ha pasado un poco, los ruidos me estresan bastante aún, pero ya pasó. Lo que me causa más impacto y me tranquiliza a la vez, es que han ocurrido antes eventos de esta naturaleza de mayor magnitud a lo ocurrido en febrero. No podría explicar ni ponerme en el lugar de todos los que lograron vivir ante la horrible tragedia de Valdivia por ejemplo. En esos años las cosas eran tan diferentes, no había conocimiento acabado de las consecuencias y medidas en caso de ocurrencia de estos fenómenos. La violencia de esa energía que destrozó todo a su paso, de verdad no puedo ni siquiera imaginar lo que ellos vivieron a ras del suelo en la década del 60. Algunas imágenes muestran parte de lo que sucedió y bueno basta darse una vueltecita por Valdivia para notar algunas puntas de palos que asoman sobre el agua que inundó tanto terreno. Me tranquiliza saber que eso pasa siempre, que a veces se sale de lo imaginable y lo soportable, pero nos defendemos, algunos no lo logran, pero cada vez estamos mejor preparados, sabemos más al respecto, las comunicaciones si bien son deficientes, al menos existen. Llamamos a la familia y nos contestan, las líneas colapsadas pero por motivos evidentes, antes no pasaba eso. No hago propaganda a la tecnología, sólo que al existir más herramientas tecnológicas, tu nivel de estrés disminuye en casos de emergencias, por eso no puedo pensar en lo que le pasó a la gente del sur un 22 de mayo hace 50 años atrás. No puedo imaginar, pero sí siento que no debemos quejarnos tanto por lo menos en Santiago. Más la sur y en los sectores más pobres la cosa es diferente. Si antes no tenían nada, ahora tienen menos que eso y es duro darse cuenta de lo afortunado que eres al contrastar tu vida con la del otro que lo está pasando realmente mal.

miércoles, 19 de mayo de 2010

No más!!

No sigas hablando que me haces sufrir. No me digas nada. No te quiero oír... Silencio necesito para descansar, sólo quisiera dejar de proyectar, dejar de ser ese espectador ante una pantalla viendo una película sin principio ni final. Parar de vivir en ese mundo paralelo con visiones del pasado, futuro y de situaciones que jamás ocurrieron, ni ocurrirán.

Deja de funcionar un momento, que me hace daño escucharte. Déjame vivir este presente que se hace tan corto cuando imagino un futuro y caigo en un sinfín de ideas indeterminadas y ficticias.
Detente y observa el instante que se va desarrollando en un espacio y tiempo que fluye entre tu cuerpo y tu mente inerte y callada. Es real, está ahí, lo puedes sentir.

Calla mente siniestra y tierna que te acaricia y te golpea, que te adormece y te despierta de un puñetazo poniendo tus huesos en un lugar que no existe, que a veces es un paseo al paraíso y otras la eternidad en el maldito infierno.

En silencio y en blanco quisiera quedarme y así borrar lo que no existe. Mirar hacia afuera y vivir el hoy de siempre, sin luces de lo que fue, lo que vendrá o lo que jamás sucederá.

lunes, 17 de mayo de 2010

Curiosidades

Hoy me sorprendió ver a una familia (mamá y 2 pequeños) apurados con bolsos caminando por Av. Chile-España. La actitud que llevaban era similar a una típica mamá con 2 cabros chicos, con las mochilas listas para ir a clases y atrasados. La parte que me llamó la atención, era que a la madre no se le veía ni siquiera parte de sus ojos. Estaba vestida completamente de negro, a sus hijos los traía vestidos de forma más occidental, pero ella, rauda y veloz con los niños de la mano enredada con bolsos caminando por la calle. Me vino una sensación tan extraña, tenía ganas de decirle tantas cosas, de preguntarle tantas otras. Quería verla a su cara, decirle lo linda que se veía aunque haya sido una vieja fea, explicarle lo importante que es en este mundo, no sé, como que la vi como a una víctima de su destino. Al mismo tiempo, pensé “oye, yo también quiero ese traje”. Si me pusiera ese atuendo lo más probable es que en Chile camine por las calles y la gente me quede mirando pensando en la vida espantosa que llevo. Si camino por Afganistán, lo más probable es que nadie me mire y sea completamente despreciada como si jamás hubiese existido.

Pero desde el otro punto de vista, ese traje negro entero deja cierta intriga, es como un regalo cerrado, quieres saber lo que hay dentro siempre. Curiosidad, necesidad de saber qué esconde ese traje, más parece sombra, sin brillo, oscura y hasta siniestra. Tal vez debajo exista una maravillosa mujer o también una persona sin valores deseables, pero de todos modos me deja inquieta el hecho de no poder dirigirme a ella. El Islám, con su Mahoma, y el hecho de someterse a la voluntad de “Dios”, abre un mundo de interrogantes. La religión en occidente no domina a la sociedad, mientras que para ellos la religión es la forma en la cual deben vivir obedeciendo a cada uno de los requisitos del Corán, la palabra de Dios a través de Mahoma. Claro que hay grupos diferentes que la interpretan de muchas maneras, lo que refleja las diferentes costumbres en las mujeres sobre todo.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Reflexionando....

Gracias a un gran amigo que hace que vea las cosas de otro modo estremeciendo mi propia forma de pensar, me puse a investigar mi problema. Descubrí una definición de misántropo, la definición se acerca un poco a mi forma de pensar, pero lo define con ciertas características que francamente no tengo. Así que descarto ese concepto aplicado a mi persona. Decía como definición:
“Es una tendencia social y psicológica caracterizada por una aversión general hacia la especie humana. No representa un desagrado por personas concretas, sino la animadversión de los rasgos compartidos por toda la humanidad. Un misántropo es, por tanto, una persona que muestra antipatía hacia el hombre como ser humano. Puede ser ligera o marcada, así como puede tener características muy diferentes que van desde lo inofensivo hasta la crítica social o en su defecto la autodestrucción.
Características de un misántropo:
1.- El misántropo tiende en algunas ocasiones a creer que es superior ya sea intelectual o en alguna forma a el resto de la gente.
2.- Suele utilizar un lenguaje con analogías, metáforas y el sarcasmo.
3.- Por lo general tiene conocimientos filosóficos y suele utilizar silogismos e incluso sofismas.
4.- La mayoría tienen un gusto grande hacia la lectura en especial la filosofía, y algunos presentan altos grados de inteligencia.
5.- Dificultad de aceptar las reglas sociales, la carencia de preocupación por su apariencia física, y su resistencia al cambio.
No… no me veo reflejada en ello. Dicen que con esto se tiende al aislamiento social y creo que no es así. Es otro tipo de aversión, es aversión a la existencia humana, no a la sociedad.
Por otra parte, me gusta el concepto de equidad. La ecología profunda expone la igualdad Biocéntrica; todas las cosas naturales, los ecosistemas, la vida, etc., tienen derecho a existir, independiente de su grado de autodeterminación. Por ahí podría ser, pero no como eso no existe, entonces generé en mí algo tan propio del ser humano: odio.
Conclusiones y medidas:
1.-Predicar con el ejemplo… difícil, ya sólo con existir y vivir haces daño (huella de carbono).
2.-Me gustaría un mundo equilibrado y armónico entre todas las especies.
3.- Me gustaría disminuir a la población mundial a la mitad
4.- Me gustaría ser la dueña de ANATEL y eliminaría la televisión por cable en todo el mundo.
5.- En mi mundo ideal no existiría ni la electricidad generada de megacentrales.
6.- Empezaríamos a ver porcentajes de suelo reforestado en vez de porcentajes de suelo erosionado.
7.- Nunca más una especie extinta, claro que al disminuir la población humana, da pie a que aumente la población de otras especies generando otro tipo de caos. Se necesitaría asesoría.
8.- Las malas acciones sociales serán severamente castigadas, pero sin maltratos físicos.
9.- Pediré para esta semana una hora al psicólogo.

martes, 11 de mayo de 2010

Evolución...

Estaba pensando en esto… si no morimos todos, al revés, evolucionamos, ¿cómo me gustaría evolucionar físicamente? Lo descubrí. Me gustaría que todos los humanos cambiáramos de color como un camaleón, por cada una de las emociones básicas que sentimos. Imaginémonos alguien te empuja en la calle y te pones de un tono lila, los demás sabrían tu estado de ánimo, porque el color de la sorpresa sería el amarillo, todos a tu alrededor estarían amarillos. Luego, al ver a un niño caerse en bicicleta, se pone de color rojo, sabrás que está con dolor en su machucado cuerpecito. Sería interesante darse cuenta con sólo mirar al otro lo que está sintiendo. Dejarían de mentir y camuflar sus emociones, sería todo más transparente aún llenos de color.

lunes, 10 de mayo de 2010

Contigo entre mis pies

Marzo inolvidable, después de un febrero criminal, llegaste esa noche a tu casa, hecha con tanto amor, amor previo, amor de ansiedad. No fue fragilidad, fue temor más bien lo que sentí al mirarte pequeño, curioso y por qué no decirlo, tan hostil. Espantados por un par de ínfimos blancos buscadores de aventuras en un mundo donde bailan mis pies a tu alrededor que han sido objeto de tu total diversión. Y es de jugar, abrazarse, ocultarse y correr hacia adelante pero dejas esa huella que yo he de seguir hasta dar contigo siempre, sorprenderte y sonreír. Si me destruye el silencio que dejas cuando te llamo y sé que no vendrás, así me marcho lentamente, esperando que vuelvas y me siento a esperar hasta que una rosada y húmeda nariz salga a explorar sus espacios, con sus juegos y túneles perfectos para ti, zapatos destruidos y plantillas con aireados agujeros que regalas cada día al encontrarlos por ahí y las raíces de las plantas que quisieras extraer de cada macetero que encuentras abandonado en tu andar. Descubriéndote talentos, destrezas y experiencias que aprendiste junto a mí, desde esos besos tibios cuando despiertas, enredado en tus mantas con tanto olor a ti. Sonríes con tu espalda enroscada, cantas tus sonidos que cuentan que estás siempre feliz. Esa es mi misión, procurar todos los días que crezcas, respires, te alimentes y tengas todo lo que quieras, que podamos compartir nuestras vidas, siempre juntos, aprendiendo de ti, sorprendiéndome a diario de tus decisiones, tu forma de ser y de sentir. Que puedas percibir este mundo extraño de manos que dan y quitan todo de tu alcance. Llenaste ese espacio único que compartimos los 3, a pesar que hay 2 más a quienes quisieras conocer más de cerca, pero no te lo permitiré. Una extraña manada con carácter y funciones exclusivas que ayudan al equilibrio de un hogar dependiente de la necesidad de amar y entregar dedicación entre sí.

Quiero vivir y morir contigo entre mis pies.

jueves, 6 de mayo de 2010

buscando respuestas...

¿Qué me llevó a quererlos así?

Feroces, feos, babosos, hediondos, sucios, peludos, pelados, emplumados, enormes, pequeños, con o sin patas, etc. Pero hay algo, es una fuerza, una energía, una necesidad gigante que me provoca acercarme lo que más pueda, para tratar de sentirlos, de que me miren y reaccionen de diversas maneras. Cuando logramos entrar en confianza, cuando comprende que no lo voy a devorar ni atacar, entonces yo entro en su mundo, mientras más cerca estemos, más intensa es la sensación, el momento fulminante es cuando siento su respiración y se siente mucho mejor cuando el aire que expelen sus orificios nasales (cuando hay) es percibido tibiamente por mi piel, exceptuado claro, aquellas cuasi narices que están más heladas, es el caso de un pájaro niño, un pequeño pingüino en el norte que me encontré sólo en la playa una mañana de verano. Respiraba muy frío pero al tocar su plumaje por dentro, estaba más calientito que yo. Más interesante es reflejarse en sus ojos, sobre todo en aquellos que tienen uno a cada lado, no sabes si por un ojo te está mirando o está concentrado en otra cosa que da hacia el otro lado. Pero es esa conexión que la necesito, no la comprendo, la necesidad de tocar, de explorar a los que son diferentes, a tratar de transmitirles con las manos toda la calma, dentro de un estado de emoción e intensidad al estar frente a ellos. Responden a estímulos, a su impronta, a su instinto natural. Creo que más bien en mi mente convierto al ser en un humano, es más una maldad que un favor. Ellos no te quieren, no fueron ensañados para eso, sino a sobrevivir y a aplicar técnicas para defenderse y nosotros somos agresores innatos. Pero sólo quisiera compartir un momento un espacio en común, comunicarme con quienes no pueden hablar, sentir lo que sienten, lo que quieren sin palabras. A veces hasta entre humanos es difícil hacer eso. Lo que rescato es que cuando lo logro, cuando me comunico, cuando me siento comprendida, como que me transformo en otro de su misma especie. Eso no es humanizar, es diferente cuando educas un perro, le enseñas cosas de humano, en esto no. No le enseñas nada, al revés, aprendes de él, lo imitas, te mira, no piensa ni reflexiona, sólo te mira. A veces le ofrezco algo de su agrado y lo recibe o me busca para olerme y hacer lo mismo que estoy haciendo yo, explorándonos, conociéndonos, sin hostilidad, sin miedos. Recuerdo aquel momento en donde me abalancé sobre el puma y lo sentí como si fuéramos uno sólo. Para evitar el ataque acaricié sus orejas, detrás de ellas y de los felinos en general, hay unas glándulas que usan para marcar y dejar su olor. Cuando haces eso en un gato, él refriega esa parte en la mano, justamente para eso. En el puma no tenía por qué ser diferente, estaba tranquilo, medio adormecido porque había despertado de su siesta. Pero llegar a esa conexión, es mágica. Siempre la busco, en todos. Me resultó bien con hormigas, mariposas, saltamontes, pero con las arañas, caracoles y lombrices fue más difícil, pero aún así responden. Los demás mamíferos y aves son más dóciles, se entregan más fáciles. Los grandes felinos, sólo viví eso con un puma y lo logré. No creo que se acuerden de mi, pero yo jamás los olvidaré.
En todo caso no responde a la pregunta inicial, qué me llevó a buscar eso. Debe ser alguna sustancia química que libera mi cerebro, y que cada vez que la activa, me queda gustando y necesito más. O simplemente, es que tengo una disconformidad con lo que soy, porque soy humano, el peor de todos los animales y me rehúso a serlo. Tal vez no sea nada de eso, de repente tengo algo primitivo en mi actuar, el ser humano en su evolución necesitaba explorarlo todo, tal vez necesito conocer otras formas de vida para poder vivir y evolucionar, de modo inconsciente estaré aprendiendo de seres con menos inteligencia. Quién sabe…